miércoles, 12 de noviembre de 2014

Lo mismo para todos

Columnas: "Para cambiar nuestras escuelas"

Lo mismo para todos

¿Qué diferencia existe entre la justicia y la equidad? La equidad es ofrecer el mismo trato a todos; la justicia, tratar a cada quien como merece. Ahora bien, ¿será justo tratar a todos por igual? ¿Dejarías de dar algo a alguien porque no lo merezca?

No es fácil medir siempre con la misma vara, sobre todo cuando existen muchas razones para hacerlo o no. Esta situación se aplica a cualquier escenario. Sin embargo, es el ambiente escolar el que trae a mi mente el tema. Me pregunto: ¿cómo deciden los maestros en sus salones de clase con respecto a sus estudiantes? ¿Evalúan las necesidades, las circunstancias, los escenarios y las situaciones previas, entre tantos otros factores?

De seguro has escuchado a algún colega en ocasiones repetir la frase: “Yo trato a todos mis estudiantes por igual”. Pero tal vez tratar a todos por igual no es la manera más apropiada para llegar a ellos. Cada ser humano es distinto. Si los comparamos con un objeto, vienen de todas formas, colores y sabores. Piensan, sienten y aprenden distinto.Entonces, ¿por qué darles lo mismo a todos?

La visión de atender la diversidad en nuestra sala de clase ha sido discutida con frecuencia en los últimos años, a pesar de que hace mucho tiempo lo expusieron los psicólogos Howard Gardner con las inteligencias múltiples y Daniel Goleman con la inteligencia emocional. También se ha hablado sobre los estilos de aprendizaje, los distintos modelos de planificación y las estrategias que deben utilizarse para lograr la individualización en las clases. Sin embargo, ¡cuánto nos cuesta atender a cada ser de manera distinta!

Tal vez la manera más fácil de hacerlo no se encuentra en los libros y las teorías. Tal vez, solo necesitamos observar, escuchar y ser empáticos con los seres que tenemos en nuestras manos y hacer por ellos lo que nos gustaría que hicieran por nosotros.

martes, 4 de noviembre de 2014

“No soy difícil, es que soy de otra generación”

Columnas: Para cambiar nuestras escuelas

“No soy difícil, es que soy de otra generación”
De mis años de escuela, nunca olvido las experiencias que viví en clase junto a mis compañeros. Tampoco las travesuras y la reacción de ciertos maestros cuando tenían que “bregar con nosotros”, como decíamos algunos.

Sin embargo, desde que soy maestra he conocido muchos estudiantes, todos ellos con personalidades distintas y especiales, pero en cierto modo, parecidas a las nuestras cuando estábamos en la escuela. Incluso, en ocasiones solía identificarme a mí y a algunos de mis compañeros de clase con varios de mis estudiantes, lo que me hace pensar que no importa cuánto tiempo pase, cada generación repite la misma historia.

Y es que los tiempos cambian. En cada inicio y fin de una época o periodo existe un espacio transitorio que a muchas personas se les hace difícil traspasar. Hoy sé que se llama “brecha generacional” y que su manejo tiene mucho que ver con el aprendizaje de los estudiantes.

A cada generación le ocurre lo mismo, sobre todo aquellos que pertenecen al fin de una y el inicio de otra. Aceptémoslo. Todos en algún momento hemos conocido personas que tienen tal vez nuestra misma edad, pero pensamos que son de una generación distinta. A estas personas se les llama “fronterizos” y tienen características de dos generaciones.

Si nos detenemos a pensar, esto explica las palabras de “Juanito” cuando nos decía: “Missi, no soy difícil, es que soy de otra generación”. Tal vez hemos pasado mucho tiempo pensando que la generación que se va levantando ahora en nuestras manos (niños y jóvenes de 17 años o menos) es una generación difícil. ¿Sabes qué? La realidad es que ellos tienen razón. Somos nosotros, los maestros, los que no los entendemos.

La generación “net” o los nativos digitales, como se le conoce a la generación actual, lo hace todo diferente: crece, aprende, se comunica, actúa de formas diferentes. Esto tiene solo una interpretación: los maestros tenemos que enseñarles de una forma diferente.

Aunque esto signifique cambiar todos nuestros planes, irnos a estudiar de nuevo, volvernos cibernéticos, tomar cursos de sicología y otras cosas más, tenemos que aprender a entender a nuestros estudiantes. Los que lo hemos intentado hemos descubierto que esta generación no es difícil, sino distinta. De hecho, poseen muchas cualidades grandiosas: tienen pleno dominio de la tecnología, les encanta preguntar, comparten todo, les gusta comunicarse y colaborar, se interesan por aprender cosas nuevas, son líderes activos, luchan por sus derechos, tienen una gran imaginación y el poder de crear e innovar. En mis años de escuela, a un estudiante con todas estas capacidades le hubieran llamado un “fenómeno”, pero como los de hoy vienen en un frasco distinto, les llaman “difíciles”.

Einstein decía que "los problemas que existen en el mundo de hoy no pueden ser solucionados solo en el plano del pensamiento en el que fueron creados". Es verdad que era un genio, pero también era diferente y “difícil” para los que fueron sus maestros. Los estudiantes del mundo de hoy no pueden atenderse como fue creado el pensamiento de la educación hace mucho tiempo atrás. Es hora de mirar dentro del frasco que tenemos frente a nuestros ojos y ver su esencia. ¿Te has preguntado cómo nos visualizan ellos a nosotros? Probablemente nos dirían: “Missi, usted no es difícil, es que es de otra generación”, y a algunos eso les dolería mucho.

lunes, 3 de noviembre de 2014

“Quiero respirar paz”

Columnas: Para cambiar nuestras escuelas
            “Quiero respirar paz”
El otro día iba caminando hacia el trabajo y me encontré con una sobrina que hace tiempo no veía. Emily tiene 8 años y comenzó a estudiar por primera vez en un colegio privado. Le pregunté si le gustaba su nueva escuela. Su respuesta fue contundente: “Sí, pero lo más que me gusta es que se respira paz”.
Me sorprendí que una niña de esa edad me contestara de esa manera, pero en fin, continué mi interrogatorio: ¿A qué te refieres? “Es que en la otra escuela me tenía que estar escondiendo todo el tiempo para que no me molestaran. Tenía mucho miedo. Se lo decía a los maestros y no hacían nada. Aquí no, aquí todos te tratan con amor y eso me gusta mucho”.
Cuántos niños, al igual que Emily, sufren a diario de acoso escolar. Solamente pensaba, si fuera mi hija la que estuviera pasando por esa situación… Como madre, mi preocupación es que los padres no podemos estar siempre con nuestros hijos para protegerlos. Pero me preocupa todavía más que el personal a cargo de ellos en las escuelas no actúe de la forma correcta ante situaciones como estas.
¿No es acaso derecho de todos el sentirnos seguros? ¿Por qué una niña de tan solo 8 años tiene que sufrir por situaciones como esta a su corta edad? ¿Cuán importante es esto para los maestros?
El acoso escolar es un problema social que afecta a cientos de niños y jóvenes en las escuelas de nuestro país. No debe confundirse con actos de violencia a consecuencia de una acción. El “bullying”, como se conoce en inglés, es un patrón de acoso que se da en el ambiente escolar y puede afectar a los niños y jóvenes de forma física y emocional.
Si permitimos que situaciones como esta sean pequeñas ante nuestros ojos, jamás lograremos erradicar la violencia en nuestro país.

jueves, 16 de octubre de 2014

Nuestra biblioteca: espacio de aprendizaje para todos

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Nuestra biblioteca: espacio de aprendizaje para todos


Aunque es una realidad que los tiempos cambian, hay cosas que siguen siendo iguales. Cuando entramos en una biblioteca, no importa cuántas veces lo hagamos, se siente la misma impresión cada vez. Es la sensación de entrar al mundo del conocimiento, el olor a saber que tienen los libros y la disposición de aquella maestra bibliotecaria para ayudarnos a encontrar lo que necesitamos.

Claro que, con el tiempo, cambian también las generaciones, y en este aspecto debemos aceptar que los pequeños visitantes de nuestras bibliotecas no llegan a ella necesariamente con la misma avidez que teníamos nosotros de estudiantes, aunque cuando llegan, se sienten distintos. Ciertamente, hoy día es un reto mantener a los estudiantes enfocados, dada la variedad de recursos que existen en estos centros.

Las bibliotecas de hace dos décadas estaban llenas de enciclopedias de todas clases. Existía, tal vez, un televisor con una videocasetera para llevar a los niños a ver una película y muchos mapas, de todos los tamaños. En aquellas con más recursos había, como mucho, una computadora IBM y un carrusel con diapositivas para ver láminas y fotografías. En ese escenario, la biblioteca era nuestro remanso de paz y tranquilidad para estudiar, leer e investigar.

En cambio, hoy existe una gran cantidad de recursos modernos y tecnológicos en una biblioteca. Las nuevas generaciones han provocado una restructuración completa del ambiente de estos centros. Los intereses de los estudiantes de hoy exigen una mayor variedad de recursos que satisfagan sus necesidades. Por eso, la biblioteca del siglo XXI responde a las características de los estudiantes de esta era.

Los jóvenes de la generación "net", como se les llama, poseen características muy singulares. Según Marc Prensky, educador experto y creador del término “nativo digital”, los ciudadanos digitales son "multitasking", lo cual quiere decir que pueden realizar varias tareas simultáneamente, como escuchar música a la vez que leen y ven televisión. En la escuela, esperan que la información llegue a ellos del modo más fácil. Por eso, siempre que tengan que buscar información lo harán a través de la Internet. También son muy tecnológicos; prefieren realizar todo cuanto puedan utilizando la tecnología, como por ejemplo, leer libros en formato electrónico.

Equipar nuestras bibliotecas con los recursos que necesitan nuestros estudiantes y convertirlas en verdaderos centros de aprendizaje no parece ser una tarea fácil para muchos directores y maestros bibliotecarios. Si bien es cierto que se necesitan suficientes recursos económicos para lograrlo, es importante saber que existen ayudas para estos fines. En Puerto Rico existen fondos privados, federales y estatales para enriquecer los centros bibliotecarios tanto públicos como privados. A continuación, mencionamos algunos de estos: 

  • Proyecto “Educational Rate” (E-Rate) - Esta es una propuesta federal de Estados Unidos que funciona como un programa de descuentos en los servicios de telecomunicaciones. Las áreas que impacta son: telefonía, acceso a Internet, conexiones internas y el mantenimiento a las conexiones internas. Con este programa, la escuela o biblioteca puede recibir hasta un 90% de descuento en los servicios, dependiendo del nivel de elegibilidad que se le otorgue. Esto quiere decir que una escuela podría pagar solo un 10% de su factura de teléfono, Internet y de la compra de equipo generalmente costoso para la preparación de la infraestructura tecnológica, como servidores, enrutadores, puntos de acceso y otros. 
  • Otros servicios podrían estar disponibles de forma gratuita a través del proveedor de servicios de la propuesta de E-Rate, tales como videoconferencias para el desarrollo profesional de maestros y orientaciones a estudiantes, bases de datos en Internet y servicio de catalogación en línea para las bibliotecas, todos de forma gratuita. 
  • El Departamento de Educación de Puerto Rico también provee fondos para las bibliotecas y las escuelas, bajo los programas federales de la Ley 107-110, mejor conocida como "No Child Left Behind". 

No obstante, además de los recursos económicos, es más necesario e importante aún el esfuerzo y la dedicación del personal de la escuela y la biblioteca para:
  • solicitar los fondos y preparar las propuestas 
  • dar seguimiento a las actividades planificadas 
  • mantenerse capacitado y al día sobre el uso y funcionamiento del equipo 
  • adiestrar al personal de la institución y a los estudiantes sobre los recursos disponibles y su uso adecuado, así como de las políticas y procedimientos institucionales 
  • mantenerse innovando y creando estrategias para motivar a los estudiantes a asistir a la biblioteca 
  • realizar actividades para crear conciencia sobre la importancia del buen uso de los recursos tecnológicos y de información, como la creación de un club de asistentes bibliotecarios que, además, promueva el servicio en la comunidad escolar. 
Sin duda alguna, la función del maestro bibliotecario es sumamente importante para lograr que la biblioteca sea ese espacio de aprendizaje para toda la comunidad escolar. Los recursos necesarios están disponibles para transformar estos centros. Está de nuestra parte lograr que todavía en este siglo de tantos retos los estudiantes continúen sintiendo el mismo deseo de aprender.

martes, 14 de octubre de 2014

Convierte tu salón en una licuadora con el "blended learning"


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Convierte tu salón en una licuadora con el "blended learning"

Probablemente has oído sobre los términos ‘ciudadano global’, ‘destrezas del siglo XXI’ y los famosos Common Core Standards. Si has leído al respecto, estás al día, pero si no lo has incorporado en tu plan como maestro, entonces tampoco has experimentado lo que es el "blended learning" o el aprendizaje mixto, en buen español.

El "blended learning" (BL) responde a los tres conceptos mencionados al inicio, pues todos convergen en el mismo tiempo y espacio. Los recién publicados estándares comunes, denominados en Estados Unidos como los "Common Core State Standards" (CC), promueven el desarrollo de las destrezas del siglo XXI para forjar al ciudadano global. Esta nueva estrategia incorpora la integración de las nuevas tecnologías con los métodos tradicionales en el proceso de enseñanza.

En Estados Unidos, esta estrategia ha sido utilizada por muchos educadores, quienes aseguran obtener grandes beneficios con sus estudiantes al incorporarla en sus clases. Tal es el caso de la profesora Catlin R. Tucker, maestra de inglés en una escuela en California y autora del libro "Blended Learning in Grades 4-12: Leveraging the Power of Technology to Create Student-Centered Classrooms".

El modelo BL combina el aprendizaje presencial con el aprendizaje en línea o a distancia. Esta combinación permite al estudiante controlar el ritmo y el lugar en el que aprenden, de forma parcial. Sin embargo, Tucker señala que los maestros son los que deben determinar la combinación que es mejor para ellos, de acuerdo con sus capacidades y recursos.

Para lograr realmente un aprendizaje mixto, se toman distintos recursos multimedios virtuales con aquellos del salón de clases y se mezclan como si estuvieran en una licuadora. El maestro selecciona los ingredientes, de acuerdo con las necesidades y los intereses de sus estudiantes. El resultado: un aprendizaje mixto y efectivo para todo tipo de estudiante.

A continuación, mencionaremos cinco estrategias que puedes utilizar como ingredientes para que conviertas tu salón en una licuadora moderna:
  • Crea un debate o discusión antes, durante o después de la lectura de alguna obra literaria. Utiliza recursos gratuitos como los foros de colaboración Collaborize Classroom y Polleverywhere, y la plataforma de “blog” de Wordpress para que los estudiantes accedan a la discusión fuera de la clase y luego presenten en el salón por qué defendieron su punto de vista. 
  • Asigna a los estudiantes algún tema que se preste para investigación y pídeles que preparen su presentación de forma colaborativa. Pídeles que utilicen herramientas gratis en línea, como el procesador de texto, las tablas y presentaciones que provee Google Docs, o las presentaciones dinámicas que provee Prezi. También pueden utilizar la aplicación de Glogster para realizar pósteres multimedia interactivos. Utiliza el espacio y el tiempo en el salón de clases para que los estudiantes organicen el trabajo que luego presentarán. 
  • Utiliza la estrategia BYOD, "Bring your own device", para que los estudiantes lleven sus dispositivos móviles a la clase. Prepara códigos para escanear fácilmente desde cualquier dispositivo y acceder a las direcciones que desees en Internet. Para esto, puedes usar la aplicación para crear códigos QRStuff.com. 
  • Asigna a los estudiantes desarrollar un proceso que tengan que grabar utilizando herramientas como showme.com y luego lo expliquen en clase. 
  • Desarrolla un periódico de la clase y publícalo en línea para repasar los conceptos aprendidos. Para esto, puedes usar distintos "blogs" o herramientas como weebly.com. 
Recuerda que cuando preparas una batida en la licuadora, su sabor dependerá de los ingredientes que utilices, y para los gustos, los sabores. Así que estudia primero a tu audiencia para que sepas qué les gusta y de verdad los sorprendas con tu licuado.

sábado, 4 de octubre de 2014

¿Te ayudo?: El sistema de apoyo de pares como estrategia para trascender del conocimiento a la innovación

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¿Te ayudo?: El sistema de apoyo de pares como estrategia para trascender del conocimiento a la innovación
¿Cuántos hemos pasado por la experiencia de llegar a un lugar sin saber nada de lo que tienes que hacer en él? Muchos nos sentimos un poco perdidos, nerviosos o asustados, sobre todo cuando algo depende de nuestra ejecución. Con el tiempo, estos sentimientos pueden llegar a convertirse en frustraciones y amenazar nuestras oportunidades, aún de adultos.

Hoy día, es más difícil aún, ya que vivimos en la “sociedad del conocimiento”. Así la han denominado algunos autores, que establecen que el saber se ha convertido en una fuerza económica y social. Por eso, cada vez tiene mayor importancia llegar a un lugar y aprender lo más rápido posible sobre lo que se tiene que hacer allí.

Ahora bien, no solo es importante aprenderlo, sino también, poner a funcionar nuestras neuronas y demostrar que somos capaces de producir ideas nuevas, que no existen. Eso es más importante para las empresas hoy día porque la capacidad central de esta sociedad es la de innovar. Esta capacidad se encuentra en el nivel más alto de pensamiento, la creatividad. Si somos creativos e innovadores, demostramos que nuestra inteligencia va más allá de nuestros conocimientos. Se trata entonces de habilidades.

Podríamos pensar que cuando somos adultos podemos llegar a este nivel con facilidad. Pero la realidad es que no todos los adultos lo logran. Es por esta razón que los educadores hemos estudiado este problema muy de cerca y se han desarrollado distintas estrategias para que las personas desarrollen estas destrezas desde la formación escolar. El desarrollo de dichas destrezas es necesario, ya que estas componen la base de los nuevos estándares para la educación en Estados Unidos, los Common Core Standards, que ya han sido incorporados en el currículo del Departamento de Educación de Puerto Rico.

Una de las estrategias que ha demostrado ser de las más efectivas es la “tutoría entre pares” (peer tutoring). En el proceso, el maestro selecciona aquellos alumnos que demuestran mayor dominio en una destreza para guiar a otros de sus compañeros. Estos alumnos pueden ser del mismo nivel o de niveles avanzados. El trabajo de estos alumnos consiste en ayudar a sus compañeros a aclarar conceptos y a comprender mejor el área de estudio. Al hacerlo, se forman grupos colaborativos para realizar actividades escolares y la tutoría trasciende a otros niveles.

La colaboración es precisamente una de las capacidades del ciudadano global, ya que muchas tareas creativas requieren de ayuda de otras personas, trabajos en grupo y colaborativos. Es por eso que la tutoría se ha utilizado como un sistema que no solo sirve de apoyo entre estudiantes, sino que también desarrolla en ellos las destrezas del siglo XXI.

En su estudio “Tutoría en la educación superior”, publicado en la Revista de educación superior, los doctores Gabriela De La Cruz y Luis Felipe Abreu conceptualizaron la tutoría como “un proceso formativo complejo, de carácter sociocognoscitivo y personalizado, dirigido a convertir a novatos en individuos competentes, capaces de resolver problemas en los ambientes dinámicos y complejos en los cuales se crea y recrea el saber y se realiza la acción profesional, facilitando la incorporación de los alumnos a procesos de innovación y generación de conocimientos avanzados”.

A través del proceso de tutoría, los alumnos aprenden a identificar retos y el conocimiento disponible, desarrollar modelos conceptuales para resolver problemas, buscar conexiones con otras materias y reflexionar durante el proceso. De esta manera, la complejidad que se nos presenta cuando vamos a realizar una nueva tarea nos da la oportunidad, a través de la tutoría, de aprender, construir y reconstruir el conocimiento.

Además, el modelo de la tutoría entre pares va acorde con las siguientes recomendaciones de la UNESCO para la educación:

• La formación integral que equilibre conocimientos, habilidades, valores y que proporcione una sólida formación general.

• Favorecer el aprendizaje permanente y el desarrollo autónomo del estudiante.

• Estar centrado en el aprendizaje y comprometido con el estudiante, es decir, que facilite instancias para lograr el concepto “aprender a aprender”.

En una investigación realizada por la Universidad Pedagógica Nacional de México y presentada en el 10mo Congreso Nacional de Investigación Educativa, se demostraron los hallazgos en torno a los procesos de aprendizaje en estudiantes de primer ingreso y tutores pares en la educación superior.

El estudio encontró que en la relación entre el tutor y el par de primer ingreso se desarrolla un vínculo que ayuda al estudiante que recién ingresa a:

· mejorar su autoestima

· incrementar su satisfacción personal

· renovar sus compromisos profesionales

También ayuda al estudiante a desarrollar competencias para:

· actuar a base de las decisiones tomadas

· hacer diagnósticos

· manejar información

· mediar conflictos

Las conclusiones del estudio se basaron en que todas estas destrezas conllevan procesos de transferencia de información, conocimientos y rutas de acción, que a su vez promueven y desarrollan las competencias para la innovación y una carrera profesional.

Finalmente, el modelo de la tutoría entre pares ha demostrado ser efectivo para afrontar la inserción académica, la transición de niveles, el dominio de un concepto, el desarrollo de competencias de estudio y la afiliación a la universidad. Por ende, si un estudiante desarrolla estas capacidades en su vida escolar, es muy probable que cuando se incorpore al mundo laboral no tenga dificultades al ejercer sus habilidades creativas e innovadoras. Esto le abrirá más puertas y pondrá a su disposición muchas oportunidades en su vida.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Superhéroes en la comunidad escolar

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Superhéroes en la comunidad escolar


Cuando decidimos ser maestros, recibimos, como por herencia, el paquete completo de habilidades y profesiones sin haberlas estudiado: enfermera, trabajador social, orientador, coordinador de eventos, administrador, animador, actor… entre muchos otros. Solo el que es maestro (o vive con uno), conoce la habilidad multifacética que desarrolla el docente al ejercer su profesión. Entonces, cuando vemos otras personas que se vuelven un completo ocho cuando se les pide asumir otro rol, nos preguntamos: ¿Por qué los maestros pueden hacerlo y otros no? Me parece oír algunas voces: “Oiga, missi, a la verdad yo no sé cómo lo hace. Ustedes los maestros tienen un don”. Y es cierto…

Los maestros poseen la habilidad de asumir distintos roles al mismo tiempo, y no solo eso, la comunidad espera que ejecuten bien todos esos roles. Las acciones de un maestro siempre están ante los ojos de todos porque para las personas, un maestro es como un héroe: puede resolver cualquier problema. ¿A qué se debe esta capacidad? La respuesta se resume en una palabra de cuatro sílabas: LI-DE-RAZ-GO.

Las personas que se convierten en líderes pueden asumir distintos roles a la vez. Claro, que hay líderes efectivos y otros que no lo son tanto. Un buen líder comienza todo lo que se propone y termina todo lo que comienza con resultados positivos. ¿Cómo?

El liderazgo te permite tomar la iniciativa, convencer a otros de ayudarte a lograr tu misión y, en el transcurso, evaluar los resultados que se obtienen para realizar los ajustes necesarios. Por esto, los resultados casi siempre son los esperados. Otros enfoques no permiten que se analicen las estrategias ni que otros participen de la evaluación de las ejecuciones. Por tanto, si el plan inicial no era el adecuado, los resultados no serán los esperados.

Hay tantos tipos de liderazgo como líderes en el mundo, y en una comunidad escolar, podemos encontrar de todas las categorías. En muchas escuelas todavía se utiliza el enfoque autoritario, aunque se ha demostrado que este estilo de liderazgo no es el que mejores resultados produce.

En cambio, en aquellas escuelas en las que el director permite a sus maestros participar en la toma de decisiones de la institución, existe un nivel de compromiso y de motivación más alto, no solo por parte de los maestros, sino también de los estudiantes. Esto se debe a que si el maestro está motivado y siente que tiene voz en las decisiones de la escuela, involucrará también a los estudiantes, quienes sentirán que tienen un rol importante en su comunidad escolar.

Sin embargo, existe el problema de que no todos los maestros desean involucrarse activamente en las decisiones, procesos y actividades de la escuela. Muchos optan por trabajar dentro de su salón de clases y asumir cierto grado de liderazgo para que los estudiantes lleguen solo hasta donde ellos esperan. Pero a estos estudiantes realmente no se les prepara para asumir un rol importante en la vida. A los estudiantes hay que motivarlos, alentarlos a ser mejores y retarlos para que puedan lograr sus metas. Es este punto el lugar donde se centra el ministerio del maestro como motivador, psicólogo, orientador, consejero y en una larga lista interminable.

El maestro que se convierte en un buen líder en su comunidad escolar apoya a sus estudiantes en sus metas, aunque no sean académicas. Es fácil verle en los torneos deportivos al medio día en la cancha apoyando a sus chicos, o en el parque de pelota sirviéndoles de entrenador. Les ayuda a practicar las melodías para la noche de talentos de la escuela, escucha sus propuestas y sus ideas para mejorar su propia clase y maneja cualquier asunto como una completa democracia.

Hay maestros que demuestran ser buenos líderes en otros asuntos más protocolares o administrativos. Un ejemplo son aquellos que toman la iniciativa de convocar una reunión con los padres y el equipo de maestros y los que se encargan de reunir a sus colegas para discutir asuntos estudiantiles. También son líderes los que constantemente sugieren ideas y colaboran en su planificación con la administración, y los que trabajan para ser parte del cambio en diversos asuntos.

Existen numerosas oportunidades para que el maestro demuestre que quiere y puede asumir un rol de liderazgo en la escuela. ¿Qué puede ser lo que le falta para tomar la decisión? Tal vez necesite algo de motivación, sentirse útil, importante, parte de los logros de sus alumnos, sentirse reconocido. Pero si esta motivación no llega, existe una mayor que es más poderosa que todas las demás: aquellos seres especiales que tenemos en nuestra sala de clases esperando que el supermaestro llegue a rescatarlos.

martes, 30 de septiembre de 2014

Clubes para potenciar el aprendizaje estudiantil


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Clubes para potenciar el aprendizaje estudiantil

Como maestros, siempre buscamos la forma de que nuestros estudiantes aprovechen su tiempo al máximo, aún cuando están fuera de la escuela. Tal vez porque, más allá de que aprueben nuestro curso, nos interesa en qué se convertirán cuando crezcan.

Es por eso que Ana, además de ser la maestra de Matemáticas, formó un club de Robótica, y Ted, el maestro de Educación Física, organizó la liga de Taekwondo. Aunque esta es parte de sus labores en la escuela, la realidad es que lo hacen con alegría porque realmente les importan sus estudiantes y quieren sacar el máximo de ellos.

Se trata de ayudar a los niños y jóvenes a maximizar su tiempo libre y existen varias maneras para lograrlo. Una de estas es la participación de los estudiantes en distintos clubes y organizaciones estudiantiles en los cuales sientan que son útiles y que aprovechan su tiempo en algo productivo.

Un club es una agrupación voluntaria e informal que, aunque posea un reglamento, su propósito es proporcionar a los estudiantes un ambiente educativo y estimulante a través del cual estos jóvenes puedan aprovechar su tiempo libre. En cambio, una organización estudiantil es una estructura más formal, cuyo propósito no radica principalmente en mantener a los jóvenes ocupados en su tiempo libre, sino que tiene un objetivo más académico.

Por lo general, los estudiantes ven los clubes como una posibilidad para relacionarse con la comunidad escolar, sin la rigidez de una organización estudiantil, como lo son las sociedades de honor de la escuela. La realidad es, sin embargo, que tanto en los clubes como en las organizaciones tiene que haber un compromiso firme y sentido de responsabilidad por parte del estudiante, los padres y los moderadores.

Existen clubes escolares para los gustos y las necesidades de cada estudiante y lo mejor de todo es que si no existe, se puede crear. Sí, un club puede formarse porque un grupo de estudiantes lo solicite o por iniciativa del maestro u otro miembro de la comunidad escolar. Lo importante es que responda a las necesidades de los estudiantes que pertenecerán a este. Los maestros deben conocer los intereses de sus estudiantes y sus habilidades para poderles recomendar a qué club podrían pertenecer. Sin embargo, debe permitírsele al estudiante seleccionar el de su preferencia, aunque el maestro esté convencido de que no le conviene. De esta forma, se le da al estudiante cierta libertad para explorar sus intereses y para descubrir otros que desconocía.

Los clubes son organizaciones completamente democráticas y, aunque los maestros participen como moderadores, debe formarse una directiva compuesta por los mismos estudiantes para que sean ellos quienes lideren el club. Esto desarrolla en los estudiantes la autonomía y el liderazgo, la capacidad de tomar decisiones y trabajar en equipo, entre otras capacidades que son sumamente necesarias para la vida.

Cada club debe establecer el público al cual va dirigido, ya que no todos los clubes se prestan para todas las edades. Así también, las responsabilidades y los roles de dicha organización deben otorgarse de acuerdo con la edad y el grado de formación de sus miembros.

Un estudiante seleccionará el club al cual desea pertenecer por los ofrecimientos, beneficios y nivel de entretenimiento que dicha organización pueda proveerle. A los estudiantes les encanta mantenerse activos, realizar actividades fuera de la escuela y hasta fuera del horario escolar. Ahora bien, si el club del cual participa no llena sus expectativas, puede ser que desista de pertenecer a un club o que siga intentándolo con otros. Es por eso que, como maestros, debemos ocuparnos de que la experiencia de pertenecer a un club sea lo más placentera posible para los estudiantes.

Algunos clubes, por su naturaleza, suelen ser más divertidos que otros, pero la realidad es que un moderador puede hacer que el club de español sea tan divertido como el de deportes. La clave está en tres aspectos muy importantes: el nivel de compromiso del moderador, cuán claros estén los objetivos que le transmite a sus estudiantes y el conocimiento que tenga sobre cada uno de los miembros del club. Así pues, moderar un club sigue siendo igual que cuando planificamos una clase para un grupo de estudiantes. Si no conocemos los objetivos, las necesidades de nuestros estudiantes y no estamos comprometidos con ellos, el aprendizaje no puede lograrse.

En cambio, si unimos estos tres aspectos, solo nos resta mantener al grupo motivado con actividades que sean pertinentes a los estudiantes y a la naturaleza del club. Para los clubes académicos, como los de español, matemáticas o inglés, se recomienda realizar actividades en las cuales los estudiantes puedan ver aplicadas las materias en situaciones de la vida real. Por ejemplo, un club de español puede encargarse de investigar sobre los errores más comunes del vernáculo y llevar a cabo una campaña para conservar nuestra lengua. El de ciencias podría involucrar a sus miembros en algún proyecto de protección ambiental, y el de historia podría dedicarse a trabajar con los aspectos culturales de nuestro país. Otros clubes que no son académicos, como los clubes deportivos, de tecnología, idiomas y servicio, también se prestan para que el estudiante desarrolle sus capacidades al máximo, al participar de la toma de decisiones y de la solución de problemas.

A veces, algunos padres caen en el error de no permitirles a sus hijos pertenecer a algún club porque entienden que podría ser una distracción para sus estudios. Sin embargo, las destrezas que desarrolla el estudiante en un club u organización llegan a los niveles más altos del pensamiento, incluso si nos dejamos llevar por la taxonomía de objetivos del pedagogo estadounidense, Benjamin Bloom. Para ejecutar una tarea, los estudiantes tienen que demostrar conocimiento, aplicar lo aprendido en situaciones reales, analizar los contextos y los problemas, sugerir propuestas y soluciones luego de sintetizar y evaluar los problemas para, finalmente, crear un proyecto que sea de bien para ellos mismos o para otros; esta última, es la capacidad más grande que pueda desarrollar el ser humano.

Pertenecer a un club ayuda a los estudiantes en muchas maneras. Puede ayudar, incluso al estudiante más rezagado en cierta materia porque le ayuda a descubrir otras capacidades y habilidades que desconocía, fortalece su autoestima y le abre los ojos hacia otras posibilidades. Por eso, los clubes son una excelente estrategia para potenciar el aprendizaje estudiantil y logar que sean seres útiles y productivos en la sociedad. Recuerda: necesitan un mentor, y ese puedes ser tú.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Servicio: para cambiar el presente y forjar el futuro


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Servicio: para cambiar el presente y forjar el futuro

Cuando pensamos en el mañana que todos queremos, conceptos como paz, felicidad y tranquilidad vienen a nuestra mente en menos de cinco segundos. Cuando nos detenemos a pensar en nuestra situación actual como sociedad y volvemos a plantearnos la misma idea, pasan los cinco segundos y aún estamos pensando por dónde comenzar. Luego, conceptos como salud, estabilidad económica, progreso y bienestar podrían encabezar nuestra lista.

Crear una imagen mental del mañana que todos queremos puede ser muy fácil. En cambio, forjarlo… eso es otro asunto. Se trata de construir el futuro. Tenemos dos opciones: podemos crearlo o reconstruir el presente, pero en cualquiera de estas, estaríamos forjando ese futuro, que no existe, pero que no está lejos. Y eso no es tarea fácil.

Ahora bien: si realizamos una encuesta y preguntamos a varias personas: ¿Quiénes son los responsables de construir nuestro porvenir? o ¿Quiénes son nuestro futuro?, probablemente el resultado sería que la mayoría de las personas conteste: Los responsables de construir el porvenir son los maestros en las escuelas porque los niños son nuestro futuro. Estoy segura de que no tendríamos que realizar dicha encuesta. Todos hemos escuchado la frase trillada en las graduaciones, en los discursos de los gobernantes, etcétera, etcétera, etcétera.


Pero para comenzar a cambiar el presente y lograr el futuro que todos queremos, las respuestas a estas preguntas deberían ser: “Todos somos responsables de construir nuestro futuro porque todos somos el futuro”. Si todos nos incluimos en el plan, el resultado será mucho más efectivo.

Como educadores, debemos plantearnos tres preguntas importantes:

· ¿Qué estamos haciendo en las escuelas para forjar el futuro que todos queremos?

· Lo que hacemos ¿es efectivo?

· ¿Cómo se perciben los resultados?

No cabe duda de que nuestra sociedad necesita un cambio radical y que las escuelas, junto con la familia, son las instituciones claves para lograr este cambio. Más allá de la enseñanza de los contenidos y las destrezas de cada asignatura, la escuela tiene la responsabilidad de desarrollar otros aspectos que son más importantes para el desarrollo integral del alumno como ser humano. Los valores, que deben comenzar a enseñarse desde el hogar, deben formar parte del currículo de la escuela. De esta forma, las actividades a las cuales serán expuestos los estudiantes tendrán pertinencia y serán más significativas.

No obstante, los valores no se enseñan con la palabra, sino con el ejemplo. Los maestros deben modelar acciones positivas que impacten al alumno en su vida. Por ejemplo, si un alumno ve que su maestro arroja basura al suelo, será más difícil concienciar a ese estudiante sobre la conservación del ambiente. En cambio, si la escuela prepara a ese estudiante para reflexionar y juzgar la acción del maestro, el estudiante aprenderá a tomar las decisiones correctas, aunque no tenga un modelo a seguir. Es por eso que la enseñanza de los valores va de la mano con la reflexión y el análisis crítico de situaciones, de manera que el alumno pueda buscar soluciones a los problemas presentados y tomar las decisiones correctas.

Bajo este escenario es que las escuelas deben desarrollar en los alumnos la responsabilidad del servicio a los demás. Si bien es cierto que los jóvenes son el futuro de nuestro país, tiene mayor relevancia que estos estén comprometidos a trabajar por él desde pequeños. Erick Erickson, psicoanalista estadounidense que contribuyó con sus estudios a la psicología del desarrollo humano, planteaba en su Teoría de la personalidad, que es en los primeros años de vida, y principalmente en la adolescencia, cuando se produce el momento crítico del desarrollo de la personalidad. También afirmaba que el desarrollo de un compromiso político es clave en la formación de la identidad de los adolescentes y que es en esta etapa que el desarrollo físico, las capacidades cognitivas, la madurez emocional y las habilidades sociales le permiten al adolescente realizar una síntesis de sus experiencias pasadas para construir un proyecto de vida.

Desarrollar la responsabilidad social en los jóvenes es una gran aportación para mejorar nuestra sociedad, ya que al hacerlo se invierte en el bienestar de otros y del planeta mismo. De manera que este es el primer paso para comenzar a forjar el futuro que queremos. Ahora bien: ¿cómo lo logramos? ¿Cómo involucrar a toda una comunidad escolar en proyectos que promuevan el servicio? A continuación, sugerimos algunos consejos e ideas para que los proyectos de servicio en la escuela puedan ser exitosos:

· Primero, el valor de servicio debe estar presente en la filosofía y misión de la escuela, y toda la comunidad escolar debe conocerlas.

· El currículo debe incluir la enseñanza de los valores universales, y el servicio debe ser parte de estos.

· Los maestros deben integrar proyectos comunitarios en los que los estudiantes puedan involucrarse.

· Al iniciar un proyecto de servicio, los estudiantes deben tener claros los objetivos. Todo proyecto de servicio debe estar basado en una necesidad que haya sido identificada por los mismos estudiantes. Deben identificar el problema y establecer posibles soluciones. De esta forma, se sentirán más comprometidos al realizar el proyecto.

· Para motivar a los estudiantes, se recomienda iniciar con proyectos de salón sencillos. Si el proyecto conlleva varias etapas, es importante que todos los involucrados se comprometan a culminar el proyecto.

· La escuela debe reconocer e incentivar la labor de los maestros que promueven y dirigen los proyectos de servicio en la escuela, así como a los estudiantes que participen de dichos proyectos. Aunque la Ley Núm. 26 del año 2009, conocida como la “Ley del proyecto de servicio comunitario estudiantil”, establece que para graduarse del cuarto año de escuela superior, los estudiantes deben completar ciertas horas de trabajo comunitario, es importante que estos vean el servicio comunitario como un deber de todos como ciudadanos y no como una obligación para graduarse.

· La administración escolar debe dar a conocer el proyecto y sus resultados, haciéndolos públicos en la comunidad cercana y, si es posible, los medios de comunicación.

· Una buena estrategia para difundir el proyecto puede ser a través de las redes sociales. La escuela podría integrar miembros de la comunidad al proyecto escolar y así lograr mayor reconocimiento, además de facilitar la tarea.

· Un periódico escolar es una buena herramienta para mantener a la comunidad escolar informada acerca de sus proyectos.

· Finalmente, cada proyecto debe evaluarse con relación a los objetivos establecidos. De no haberse cumplido estos objetivos, deben realizarse los ajustes correspondientes y continuar el proyecto en una segunda etapa, hasta que se logre atender la necesidad.

Como vemos, el servicio es una forma de aportar a nuestra sociedad, de contribuir a su mejoramiento y de forjar el futuro que todos queremos. La escuela debe buscar estrategias para involucrar no solo al estudiante, sino a las familias y a la comunidad en general. De esta forma, concienciamos a todos de que aportar al mejoramiento de nuestra sociedad no es tarea de la escuela solamente, ni su responsabilidad cae únicamente en manos de los jóvenes. El futuro que queremos debemos forjarlo todos, porque todos somos parte del futuro.

sábado, 27 de septiembre de 2014

La escuela: mi segundo hogar

A través del muro
            La escuela: mi segundo hogar
Suena el reloj a las seis de la mañana: “Carlitos, es hora de despertarte”. A esa hora del día comienza la jornada para un estudiante que viva al menos a 15 minutos de su escuela. Para los que se levantan a esta hora y culminan su jornada a las tres de la tarde, siete u ocho horas diarias de lunes a jueves, es tiempo suficiente para considerar la escuela como su segundo hogar.
Lo confirman sus palabras a diario en la cena, en el paseo del domingo o en una simple conversación frente a la televisión. Es normal que un joven hable al menos una vez al día sobre su vida en la escuela, cuando ha pasado más tiempo en esta que en su casa.
Sería entonces justo y necesario que los estudiantes gocen de una vida estudiantil amena en su escuela, en ese “segundo hogar” en el que pasan, a veces, más tiempo que en su casa. En una conversación con un grupo de alrededor de 50 estudiantes de entre las edades de 13 a 17 años se les preguntaba a los estudiantes qué características debe tener una escuela para que ellos puedan sentirse bien en su ambiente. Algunas de las respuestas fueron:
-“Que sea segura”.
-“Que me sienta protegido”.
-“Que me sienta retado a aprender cosas nuevas”.
-“Que me apoyen a alcanzar mis metas”.
Analizamos las respuestas de los estudiantes y llegamos a la conclusión de que los siguientes factores son imprescindibles para que pueda existir un clima escolar adecuado para los estudiantes.
1.      Seguridad – Los niños y jóvenes necesitan sentirse seguros en su ambiente. Un joven que está siendo víctima de acoso escolar no puede mantener una buena ejecutoria académica.
·         El rol de la escuela – Entre las acciones primordiales que debe tomar el liderazgo escolar, una de las más importantes es desarrollar y hacer cumplir una política de acoso escolar. También, debe desarrollar un plan de trabajo que integre a toda la facultad y personal de apoyo para que durante todo el año escolar se refuerce la conducta positiva y la buena convivencia entre el estudiantado.
2.      Igualdad – No existe nada peor que sentirse inferior o en desventaja a los demás. Los estudiantes buscan sentirse igual que todos, con los mismos derechos y oportunidades.
·         El rol de la escuela – La escuela debe establecer ante la facultad su posición y estrategias para trabajar con las necesidades de cada estudiante individualmente y atender así la diversidad, en todas sus facetas. Además, debe proveerles las herramientas necesarias a la docencia para trabajar con la diversidad, como el desarrollo profesional continuo que incluya capacitación sobre las necesidades especiales.
3.      Productividad– A menudo escuchamos a los alumnos preguntar: ¿Para qué me sirve esto? ¿Cómo voy a aplicarlo en mi vida? Si con facilidad podemos responder a estas preguntas y la respuesta es la explicación de cómo lo aplicará, entonces vamos por buen camino.
·         El rol de la escuela – La escuela debe evaluar periódicamente su currículo y atemperarlo con las necesidades del siglo en que vive. Si no se enseñan las destrezas necesarias para que los estudiantes sean productivos al integrarse al mundo laboral, de nada le sirvieron los postulados y los teoremas. La tecnología es muy importante en este aspecto, dado los cambios del mundo moderno. Los currículos que incluyen las destrezas tecnológicas como parte fundamental de cada grado preparan a los estudiantes para que, al graduarse, se integren con facilidad al mundo tecnológico en que vivimos.
4.      Pertinencia – Debemos comprender que cada ser humano es distinto y posee variados intereses. La escuela debe ser un mundo de oportunidades para todos. Si un joven quiere ser deportista, músico, artista, matemático u orador, debe encontrar en la escuela al menos una posibilidad de acercarse a ese camino.
·         El rol de la escuela – La escuela puede ofrecer a sus estudiantes varias opciones para satisfacer sus intereses y necesidades particulares. Una de estas es la variedad de cursos electivos que ofrezca, como Teatro, Arte, Música, Educación Física y Repostería, entre otros. En ocasiones, no es posible ofrecer tanta variedad, pero a través de la organización de clubes estudiantiles, los alumnos pudieran desarrollar sus habilidades y explorar otros intereses.
5.      Respaldo – Muchos estudiantes llegan a la escuela superior con sus metas definidas, mientras que a otros les toma más tiempo identificarlas. Sin embargo, ambos tipos de estudiantes buscan el respaldo y la motivación de algún mentor. En muchas ocasiones suele ser un maestro, el director o el consejero escolar. Lo cierto es que los jóvenes tienen, en ocasiones, más de una meta que no siempre es académica.
·         El rol de la escuela – El compromiso de ayudar a otros debe ser el primer requisito para solicitar empleo como maestro. Los estudiantes deben ver en cada ser que labora en su escuela el deseo de ayudarle, de aconsejarle, de guiarle hacia el camino que está por descubrir. No obstante, la función del consejero escolar u orientador es de suma importancia en esta misión. Desde la escuela intermedia, el consejero escolar debe ir auscultando los intereses de los estudiantes y ofrecerles las herramientas necesarias para que año tras año, estos vayan definiendo sus metas y, más aún, ayudarlos a concretarlas, sean académicas o no.
Sin duda alguna, son más las cualidades que los estudiantes buscan en la escuela
soñada, esa escuela que se convierte día a día en su segundo hogar y de la que a menudo escuchamos anécdotas memorables. Al menos las cinco mencionadas anteriormente nos dan una idea a todos de por dónde tenemos que empezar para comenzar a rediseñar o a construir el segundo hogar de muchos niños y jóvenes que merecen una vida estudiantil inolvidable.

Carta de la editora (1era edición)

Estimados lectores:

Es un honor presentar ante ustedes la primera edición de “Mi escuela al día”, la revista de los educadores puertorriqueños. A través de nuestros artículos, les ofrecemos la oportunidad de crecer como educadores, dándole una mirada a las nuevas estrategias en la educación y analizando su impacto en nuestro sistema educativo. Pero más allá de ofrecerles una nueva alternativa de desarrollo profesional, deseo, con todo el corazón, que cada publicación de “Mi escuela al día” sirva para unirnos como educadores y como hermanos para transformar la educación de nuestros niños y jóvenes.

Qué esta primera edición sirva de reflexión para que nunca olvidemos como educadores, que nuestra misión es ayudar a los seres que tenemos en nuestras manos a alcanzar el éxito, pero también a ser buenos ciudadanos. Para lograrlo, es imprescindible que trabajemos para que la vida de nuestros estudiantes en la escuela sea una amena e inolvidable. Así que les invito a mirar de cerca su comunidad escolar y a preguntarse cada día: ¿Cómo puedo lograr que mis estudiantes disfruten mientras aprenden en la escuela, su segundo hogar?

Les invito también a que compartan con nosotros lo que hacen en sus escuelas para lograr la excelencia de sus estudiantes. Para mí, será un placer servir de enlace para que otras escuelas tengan también las herramientas necesarias para lograr una educación de excelencia en nuestro país.

Con cariño,

Evelyn Figueroa Valentín

Editora en jefe

Mi escuela al día: la revista de los educadores puertorriqueños


La educación, sin duda alguna, es de los temas más discutidos mundialmente. Dada la crisis económica, social y política que existe hoy día, las naciones buscan transformarse desde la base de todo: la educación. Esta situación ha llevado a los sistemas educativos, tanto públicos como privados, a reflexionar sobre las necesidades de las generaciones actuales y las prácticas apropiadas para los estudiantes. Así, el desarrollo profesional del docente se torna en una de las principales estrategias para transformar los sistemas educativos. Maestros y directores buscan los recursos y las herramientas para recibir desarrollo profesional adecuado y así lograr una enseñanza de calidad. Con esta intención, se diseñó “Mi escuela al día”, una revista dirigida al personal docente y administrativo de las instituciones educativas de educación superior de Puerto Rico, que recoge temas de interés en el área de educación. Este proyecto representa una herramienta de desarrollo profesional asequible para los docentes y una oportunidad para crear alianzas entre las escuelas, para trabajar en conjunto los problemas que están afectando la educación en Puerto Rico. El proyecto está plasmado en la tesis de la autora, con el título: "Mi escuela al día: la revista de los educadores puertorriqueños", realizada como requisito del grado de maestría en Comunicaciones y especialidad en Redacción para Medios, en la Universidad del Sagrado Corazón en Puerto Rico.

Nuestra revista comenzará publicándose de forma digital y posteriormente, se espera que pueda distribuirse en las escuelas y comercios del país. Constará de tres secciones. La primera sección, titulada “A través del muro”, incluye artículos sobre estrategias y prácticas educativas recientes y su efecto en las escuelas que las han implementado. La segunda sección, “Para cambiar nuestras escuelas”, consta de columnas en las que se exponen algunas preocupaciones o problemas actuales en las escuelas con el propósito de buscar soluciones efectivas. La tercera sección se titula “Somos parte del cambio” y en ella se presentan artículos informativos y entrevistas, con las acciones significativas que están haciendo la diferencia en las escuelas de Puerto Rico.

Se espera que este proyecto tenga un impacto significativo en el desarrollo profesional de los educadores del país, y por consiguiente, en la enseñanza de los estudiantes. Las alianzas creadas entre las escuelas a través de este proyecto, servirán también como marco de referencia para los directivos del país en la toma de decisiones sobre la educación en Puerto Rico.

¡Espero contar con el apoyo de todos los educadores de nuestro país!